La muerte del patriarca Gregory altera la aparente tranquilidad en la elegante mansión de los Matthews. Si la avara tía Harriet no duda de que la causa fue la opulenta cena a base de pato asado y el mejor scotch, la imperiosa Gertrude exige una autopsia. Así pues, en medio de un cruce de acusaciones más o menos veladas, los exámenes confirmarán lo peor: ¡veneno! Y aunque los miembros de la familia...